Una semana después de haber estado con Inma en la Cannstatter Volksfest de Stuttgart, volví a ir con Raquel y Santiago, ya que iba a hacer mejor tiempo y ellos también querían conocerlo.
Así que quedamos a las 9 en la estación para coger sitio en el tren y ir para allá. Es curioso, pero los alemanes si se van de fiesta, se van de fiesta. Y eso implica empezar a beber sea la hora que sea, por supuesto, en el tren.
El tren se llenó hasta los topes como veis en la foto de la izquierda, y en la derecha podéis ver como quedó el tren después. Sin comentarios.
Teníamos hambre, así que en la misma estación pillamos algunas cosillas para comer.
Y ya cogimos el tranvía que nos llevó a la fiesta. Primero dimos una vuelta para ver las atracciones y eso, Raquel y Santiago se montaron en unas sillas voladoras, pero yo me quedé con los pies en tierra.
Luego pensamos en entrar en una de las carpas, como había hecho con Inma, para comer dentro. Pero al acercarnos vimos una larga cola para entrar. Hasta el punto de que había algunas personas que intentaban colarse por las ventanas. Por supuesto no tuvieron éxito, los de seguridad (imagínate un rubio de 2×2) enseguida salieron a cerrarlas.
Así que encontramos una especie de bar en la parte exterior, y allí nos quedamos. Comimos unas patatas fritas, y nos bebimos unas cervezas, mientras hacíamos fotos a todos los que pasaban. La mayoría de las fotos que hicimos son de ese sitio, sobre todo porque Raquel me secuestró la cámara.
Y poco más que contar, nos lo pasamos muy bien, vimos muchas chicas vestidas de «jineteras», y muchos chicos con ese traje tan original.
Tenéis más fotos en este álbum de flickr. ¡¡¡Y dejarme un comentario!!!
Genial ilustre!!! te pasaste!!!
que bueno que estes diviertiendo mucho chantita, besitos y cuidate mucho