Conducir por las carreteras alemanas no es siempre sencillo, tiene sus reglas especiales. En algunas zonas hay límite de velocidad, pero en muchas otras no y ahí está la parte complicada.
Si la autopista tiene tres carriles, entonces conducir por ella es relativamente sencilla, y se siguen el «esquema» de la foto. Es decir, un carril para camiones y coches viejos, un carril siguiente para coches normales, con velocidades entre 120 y 160 km/h y un tercer carril para los que quieran correr… sin límite de velocidad. Si te metes en este tercer carril tienes que mirar el retrovisor a menudo, porque es posible que alguno te vaya a «comer el culo».
El problema gordo viene cuando la autopista es de dos carriles. En este caso tenemos en el carril derecho a los camiones que, pongamos, circulan a 100 km/h y por el carril izquierdo a los coches, muchos de los cuales van a velocidades por encima de los 160 km/h. Por tanto, no existe termino medio, y si quieres adelantar a algún camión tienes que acelerar hasta los 160 o prácticamente no podrás cambiarte de carril.
Lo dicho, conducir en Alemania no es nada sencillo, y se necesita practica y experiencia.
Imagen | @Elzo_